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El boicot de tu entorno

El boicot de tu entorno

En esta temporada navideña, mientras nos preparamos para sumergirnos en la magia de la Navidad, quiero compartir un tema que observo a diario en consulta y que, seguramente, muchos habéis experimentado: la incomodidad de recibir consejos no solicitados cuando decidimos cuidar nuestra salud.  Y es que realizar cambios de hábitos no es tarea fácil, y la complejidad aumenta cuando nuestro entorno parece conspirar en contra de nuestras decisiones.

No solo somos bombardeados por anuncios donde juegan con nuestras emociones, como placer o felicidad, sino que también nos encontramos con supermercados dónde sus pasillos huelen a tentadora bollería y pan recién horneados, carritos que se frenan misteriosamente y ruedas que parecen tener un imán hacia las estanterías. Pero uno de los grandes desafíos que nos encontramos en este cambio de estilo de vida es nuestro entorno social.

En esta época del año donde aumentan las reuniones con familiares y amigos, cuántas veces nos encontramos con aquellos que nos animan a desviarnos de nuestro camino: “por un poquito”, “es imposible que comiendo así adelgaces”, “venga, si no pasa nada, luego no cenas y listo” incluso llegan a decir los que más saben del tema. Podemos agradecer todos estos comentarios bien intencionados, pero ¿por qué resulta tan difícil para las personas aceptar nuestra decisión? Una decisión sobre cambios de hábitos para poder llevar una vida más saludable es una gran decisión, sin embargo ¿por qué nos encontramos con tantos obstáculos, cuando estamos priorizando nuestra salud?

En casa pueden surgir discusiones cuando el resto de la familia no entiende porque ya no hay patatas fritas, galletas o cerveza. En las reuniones con los amigos las presiones para tomar una cañita o cuestionar pedir una ensalada de entrante pueden ser abrumadoras. Incluso en el trabajo, cuando tu compañero te ofrece unos pastelitos para celebrar su cumpleaños y le dices amablemente que no, que quieres cuidarte un poco más y recibes la típica contestación: ¡pues vaya! Por un día no pasa nada y ¡hoy es mi cumpleaños!

En muchas de estas situaciones nos vemos obligados a ceder. Cedes y vuelves a comprar cervecitas y patatas fritas, cedes y te tomas una cañita o cedes y terminas comiéndote un pastelito para no hacer el feo a tu compañero de trabajo. Estas acciones, ¿te alejan o te acercan de la vida que quieres?

El cambio lleva tiempo, pero irás construyendo tu camino según las decisiones que vayas tomando. Hazte RESPONSABLE de tus decisiones, mantén tus objetivos en mente y avanza paso a paso hacia tu mejor versión. No busques la perfección, da pequeños pasos que estén bajo tu control. No te preocupes por lo que no puedes controlar.

Sé que el camino no será fácil, pero no te centres en el objetivo y disfruta de todos aquellos obstáculos que día a día te harán más fuerte.

¿Cuánto valoras tu salud? No dejes que otros influyan en tus decisiones y hazte el mejor regalo estas navidades: comprométete a cuidarte y priorizarte. Tu bienestar es el regalo más valioso que puedes ofrecerte a ti mismo.

 

¡Te mereces ser la mejor versión de ti mismo!

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